El personal de la comisaría Primera y Segunda se dirigieron a un domicilio de calle Andrade al 500, luego de ser informados que en ese lugar se encontraba una persona sin vida.
Una vez en el domicilio en cuestión, constatan que la puerta estaba cerrada desde el interior, por lo que los funcionarios intervinientes, el comisario Mario Mattio y el cabo Franco Rodriguez de la comisaría Primera junto a los oficiales subinspectores Lucio Pucheta, Carlos Ortiz y el sargento ayudante Horacio Giménez, toman la determinación de derribar la puerta utilizando la fuerza.
Al ingresar, visualizan a una mujer que no tenía pulso, por lo que el sargento Giménez le realiza maniobras de RCP y luego de numerosos intentos logra reanimarla hasta que llega al sitio una ambulancia que trasladó a la femenina al hospital Felipe Heras.
Según se informó, la mujer había intentado quitarse la vida y previo a ello había dejado una nota de puño y letra de despedida.
