Una tarde cualquiera en la represa de Salto Grande se volvió historia.
Cuatro amigos, una lancha y un desafío imposible: enfrentarse a lo desconocido.

Fabricio Rodríguez, Gabriel Obrusnik, Valentino Silva y Santino Rodríguez salieron a pescar como siempre. Pero lo que engancharon ese jueves fue único.
Cuarenta minutos de pelea.
Cuarenta minutos contra un monstruo que parecía una piedra en el fondo.
Hasta que apareció… todo blanco.
Era un surubí albino de entre 40 y 50 kilos.
Una rareza biológica tan improbable que los biólogos de la universidad no podían creerlo.
Dicen que los peces albinos casi nunca llegan a adultos: el color claro los hace presas fáciles.
Pero este rompió la regla. Sobrevivió, creció y resistió la corriente.
Después de la foto, lo devolvieron al agua, “sano y salvo”.
Y como si el río quisiera agradecerlo, la suerte se multiplicó:
dos surubíes más en las pasadas siguientes, y otro al día siguiente.
Incluso uno escupió un dorado entero al subirlo.
La pesca, la naturaleza y el destino jugando juntos.
Río Uruguay — Represa de Salto Grande
Pesca deportiva con devolución. Respeto por el río, por el pez y por la historia.
DíaUno
El comienzo de una serie donde el río habla… y nosotros escuchamos.
Fuente Diario Uno